La Numismática en el Arte II

  • Hablamos sobre las obras de arte, agrupadas en temas como retrato, relatos, tentaciones y bienes, que representan, simbolizan o cuentan historias sobre la moneda.
  • Vemos que la moneda tiene un gran peso en la cultura a lo largo de la historia de la humanidad, presentándose como objetos bellos y con gran poder de significar y conocer nuestro mundo.

Con esta segunda entrega de Numismática en el Arte, tendremos oportunidad de navegar a través de una inmensidad de obras. En ellas se observan a las monedas como parte de la personalidad e identidad de las personas (con los retratos), como portadores de simbolismos negativos (tentaciones) y positivos (como en el caso de la justicia o abundancia), así como los personajes principales de mitos y relatos.

Con ello, damos cuenta de la importancia no solo económica sino cultural de la moneda, tratada en todos los ámbitos y épocas. Como un objeto de importancia mayúscula, está inmortalizada en las obras de arte: hecha para ser atestiguada por generaciones y generaciones venideras, que encontrarán en las obras de arte donde tiene presencia la moneda los secretos de su simbolismo único y cautivador.

Retratos

    En los retratos, las monedas indican partes de la personalidad o, mejor dicho, identidad de las personas. Un ejemplo es el archiconocido retrato de Botticelli de un hombre con una medalla (1475). Las hipótesis más acertadas sugieren que se trata del hermano de Sandro Botticelli, quien trabajó como orfebre y pudo haber creado la medalla que sostiene entre las manos. Otros sugieren que es el mismo artista, pues era favorecido por el gran mecenas Cosme de Medici, quien aparece en la medalla retratada. Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que Cosme de Medici, ente sus muchas aficiones (entre ellas la filosofía, la pintura o los camafeos), coleccionaba monedas y medallas.

    Otros retratos de la época del renacimiento contienen monedas. En otro caso, el retrato de Hans Memling de un hombre sosteniendo una medalla romana. En este caso, tampoco se conoce la identidad del retratado, pero lo más probable es que se trate de Bernardo Bembo, un político y humanista veneciano. La moneda que sostiene es romana y contiene el busto de Cesar Nerón, como se alcanza a percibir en las leyendas de la pieza. Esto indica que Bembo no solo por el conocimiento de la Grecia y roma antigua, también que era coleccionista de monedas, como muchos eruditos de la época.

    En los otros casos, la moneda es utilizada para describir la profesión de comerciante de Pieter Bicker Gerritz, retratado por Maarten van Heemskerck, y Anthonis van Hilten, pintado por Joos van Cleve. Las monedas aparecen despilfarradas en los escritorios. Todo sugiere que en estos dos casos los comerciantes están haciendo listas y contando dinero, con el fin de pagar deudas. En el caso de Lais de Corinto, el gran Hans Holbein la retrata con un bonche de monedas y la mano extendida. En este caso, el retrato quiere indicar el oficio de la mujer, que es la prostitución, por la que cobraba un alto precio en la antigua Grecia. De hecho, se dice que ella puso de moda la palabra “vivir como corintio” aludiendo a su vida llena de opulencias y excesos.

    Mitología y demás relatos

      Dentro de las leyendas, mitos y otros relatos tenemos unos cuantos muy interesantes. El primero se refiere al mito de Dánae. El gran Tiziano retrata el momento en el que Zeus (o Júpiter, como se guste llamar a este dios) se transforma en una lluvia de oro (representada con monedas doradas) para dejar embarazada a la protagonista de esta pintura. En otras versiones de otros pintores, no solo encontramos monedas cayendo del cielo, también desparramadas en el suelo y todo tipo de personajes llegando con objetos del metal áureo.

      Otra de las narraciones relacionadas se refiere a la historia bíblica descrita en el evangelio de Mateo. Se relata que Jesús llega a Caparnaum y pregunta por el cobro de impuestos (pues se tenían que pagar dos dracmas). Jesús envía a Pedro a lanzar su red al mar y, en el primer pez que cache, encontrará esta moneda griega hecha de plata y oro. De esta manera, en la pintura de Jacob Jordaens se muestra la embarcación acomodando las velas o pescando y, del lado derecho, San Pedro saca lo que parecen ser muchas más de una sola dracma de la boca de un gran pescado.

      Sin ir más lejos del texto bíblico encontramos otras obras maestras, como El llamado de San Mateo de Caravaggio. En ella se retrata a Jesús llamando a Mateo para cumplir sus obligaciones. Mateo, quien era un cobrador de impuestos, es retratado en una mesa, junto con sus colegas y algunos ciudadanos y con bonches de monedas en bolsas y desparramadas sobre su lugar de trabajo. Mateo baja la cabeza para observar las piezas de dinero, aún no se da cuenta del llamamiento. Sin embargo, la violenta luz que se proyecta sobre su cabeza indica que está a punto de seguir su llamado.

      Finalmente, cabe aludir a otras narraciones bíblicas que incluyen monedas, tales como la Adoración de los Reyes Magos, de Rubens. En esta escena, de increíble calidad técnica, Melchor se arrodilla frente al recién nacido, mostrándole una vasija llenada de monedas de oro. Aquí Rubens reúne a toda la comitiva de los reyes de oriente hasta llegar a las figuras centrales. Así va desde los colores oscuros y hasta el brillo deslumbrante de las monedas, solamente sobrepasadas por el brillo del niño y su aureola amarilla.

      Las tentaciones

        Uno de los grandes temas alrededor de la moneda, como pueden haber notado, son las tentaciones, los pecados y las faltas a la moral, lo cual ha sido retratado ya por innumerables artistas. Una de las representaciones quizá más entretenida para observar son las tentaciones de San Antonio. En ellas se observa al santo en cuevas, parajes desérticos, bosques, es decir, en lugares aislados. Alrededor suyo suceden escenas de lo más surreales, que son los diablos intentando hacer caer en el pecado a San Antonio. Un pez volador lleva a un mono con una vela de sobrero en una justa caballeresca en contra de un ave. Un señor, con sus buenas copas de vino encima, monta un esqueleto de lo que parece ser una vaca. Otros seres esqueléticos tocan música y otro más intenta quemar la Biblia que posee San Antonio, una de sus pocas pertenencias en su vida de eremita. Las monedas aparecen en la esquina inferior derecha, con una señora que pesa monedas en una balanza y un hombre que le gruñe (representando la avaricia).

        Por otro lado, se encuentran las alegorías a la avaricia y la codicia. En ellas se retrata a personas que, en la soledad de su escritorio y su vela, cuentan su dinero anhelando conservarlo y crecerlo. Es interesante que, en muchas de ellas, aparece una representación del mal o la muerte, como en el caso del esqueleto que se asoma por la ventana del avaro y le recuerda (con reloj en mano) que tiene poco tiempo y no debe desperdiciarlo en bienes fútiles. También está el caso de la mujer que pesa sus monedas y, detrás de ella, un demonio con forma de puerco se escabulle.

        Pero la que mejor representa al conjunto es la obra del Bosco “La muerte y el avaro”. En ella, se encuentra el avaro en su lecho de muerte. Frente a él, un ser peculiar le entrega una bolsa de dinero. La muerte, detrás de la puerta espera a lanzar su flecha que le dé el último suspiro de vida al avaro. Un ángel lo sostiene por detrás, pidiéndole que mire al crucifijo de la ventana, que le lanza directamente un rayo de luz divina. Así, se enfrenta al bien y al mal, en su decisión por tomar la bolsa de dinero o encomendarse al ángel que lo ayuda. Debajo, se ven diferentes demonios en forma de rata, en lo que se supone es una escena pasada en la vida del avaro. Se cuenta su seducción por Mammón (la personificación de la avaricia en un demonio), cuyos demonios se posan en su cuarto y le ayudan en sus actividades.

        Justicia y otros bienes

          Sin embargo, más allá de las tentaciones, diferentes pinturas redimen a la moneda de sus malos tratos. Entre ellas se encuentran las representaciones de la abundancia. Ahí figuran diosas sosteniendo la cornucopia (o cuerno de la abundancia), del cual se desparraman monedas a más no poder. Algunas otras representaciones “buenas” (digámoslo así) de la moneda se encuentran con los retratos de adivinos, quienes (a través del uso de monedas guardadas por sus clientes) predicen el futuro. Dos ejemplos son los retratos donde una señora mayor sostiene una moneda y lee la suerte.

          Por otro lado, las alegorías de la justicia y las virtudes contienen monedas. En la pintura de Giorgio Vasari se ve a la justicia sosteniendo una corona. En la parte de abajo está la representación de la corrupción y sus “deseos”, entre ellos hay monedas, joyas y vasijas. La corrupción está en una posición abatida y encadenada a la falda de la justicia. Por parte de las virtudes teologales, obra de Carracci, se observa a las representaciones de la fe, la esperanza y la caridad. La caridad derrama, de sus propias manos, pan y moneda. Precisamente indica la idea del amor desinteresado hacia los demás, compartiendo las riquezas y la comida.

          Si tienes alguna sugerencia, comentario o duda sobre este post, no dudes en contactarnos. Recuerda que el blog de Cenumex es también un espacio para la comunidad numismática, en el que también se puede colaborar…

          La Numismática en el Arte I


          Deja un comentario
          Cenumex
          Resumen de privacidad

          Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.