Heráldica y escudos en las monedas y billetes

  • La heráldica es una disciplina dedicada a entender los escudos de armas.
  • Detrás de ellos se ocultan las historias políticas, disputas territoriales e ideales nacionales.
  • En las monedas hacen una interesante aparición que da cuenta de los entresijos de nuestra historia.

La heráldica se define como la disciplina dedicada a entender y realizar correctamente los escudos de armas. Se desarrolló mayormente en la Edad Media primero para la identificación de los caballeros en el campo de batalla. Su uso se extendió, sin embargo, hacia la nobleza y los miembros de la jerarquía eclesial, identificando su linaje y posición. Luego también fue utilizado por asociaciones, gremios y hasta territorios enteros. Cabe decir que las personas dedicadas a la heráldica son llamados heraldos.

Este fue un oficio bien antiguo. El heraldo era, en la Edad Media, quien creaba el escudo de armas de los “nuevos nobles”, lo cual era una de sus primeras tareas. Ya posteriormente se encargaban de asuntos militares. En ocasiones se les mandaba a declarar la guerra, también a redactar las memorias de una batalla (con acciones y generales destacados), anunciar la retirada o repartir el botín al vencedor. También, era parte de su chamba presidir torneos, justas, disputas o acciones militares, en las cuales decían los blasones (descripción de los elementos de un escudo de armas) de los participantes. Pues bueno, de estos personajes surge el nombre de “heráldica” tal y como se usa hasta hoy en día.

Ahora, el uso del escudo de armas en las monedas no es fortuito. Con los escudos de armas, se daba cuenta de la situación política de un territorio, o al menos en el caso de muchos países de América y de Europa. Era el símbolo que identificaba al estado, reino, república o casa gobernante que emite la moneda. Con ello, mostraban no solo autoridad, también tradición histórica y unidad. Así, una moneda se puede considerar también, y con muchos paréntesis y asteriscos, un instrumento de legitimación política.

Y más o menos esto fue lo que sucedió con los ocho reales de 1813. En España, ya habían tenido lugar la guerra de independencia, en la cual los españoles lucharon contra el dominio del francés Napoleón Bonaparte y hasta firmado un tratado (tratado de Valençay de 1813) en el que Francia reconocía a Fernando VII como el rey de España y también se ofrecía la paz. Sin embargo, desde 1808 (año en que fue coronado Felipe), ya se hacían monedas con su retrato para distanciarse del dominio francés en España. En América, como no se conocía el rostro de Fernando VII, se le inventó un rostro (diferente en cada lugar). Para ganar unidad y corregir el error, España mandó una matriz del busto de Fernando y con él se acuñaron estas monedas desde 1811 (en México).

Hay que notar, sin embargo, que lo que hace especial a esta moneda es el escudo de armas, el cual cuenta parte de la historia. En la moneda se utiliza el escudo de armas de España en ese momento y no el de la Francia napoleónica (que contenía un águila al centro). Así, los 8 reales tenían un escudo dividido en 5. Al centro, el escudo de la casa de los Borbones, con tres flores de lis. Alrededor, dos veces, los símbolos de Castilla y León. Abajo, se aprecia una abertura, de donde sale el símbolo de Granada. A los lados se ubican dos columnas de hércules cuya leyenda “plus ultra” indica los territorios de ultramar gobernados por España. Ya en la parte de arriba se asoma la corona, que está rematada por un orbe y una cruz (símbolo religioso).

Moneda colonial. 8 Reales de 1813 con el busto de Fernando VII.

Como parte de la historia también brillan dos omisiones. El actual escudo de España representa en su cuadrícula a Aragón (con bandas color amarillo y rojo), así como a Navarra. Sin embargo, en 1813, estos territorios seguían siendo problemáticos. Por ejemplo, Cataluña estuvo anexada al imperio francés y Navarra seguía en campañas militares contra los franceses. De este modo, se decidió replicar dos veces el castillo y el león.

Con todo ello, se veía en la moneda la distancia con la Francia napoleónica, también los territorios controlados con España y una manera de legitimar el reinado de Fernando VII en el continente americano. Quienes apoyaban al virreinato español, entre ellos los realistas, hicieron de esta moneda la oficial. Mientras tanto, quienes rechazaban la legitimidad del gobierno español hicieron su propia moneda, las primeras en el naciente estado mexicano.

Entre los demás escudos con particular interés en nuestra historia se encuentra el del Segundo Imperio Mexicano. Este es una combinación entre los elementos del escudo del primer imperio mexicano (de Agustín Iturbide) con los de la casa de los Habsburgo y, también, el monograma de Maximiliano de Habsburgo. Aquí, hay una intención de unir ambos linajes, respetando los símbolos mexicanos.

En el centro se encuentra el águila devorando a una serpiente sobre un nopal que crece en un islote. El ave está mirando al lado derecho, a diferencia del símbolo nacional que tenemos hoy en día. También, tiene las alas abiertas y no porta una corona, como en el escudo del primer imperio. Está enmarcada en un óvalo y cuelga alrededor un collar que tiene el monograma de Maximiliano de Habsburgo (dos emes debajo de una corona) y un águila devorando a la serpiente sobre un nopal. Un dato curioso es que este collar es la más alta distinción del segundo imperio para quien había logrado méritos extraordinarios. En la parte de hasta abajo se observa una banda con el lema “Equidad en la justicia”, atravesada por un águila (esta vez coronada).

Moneda del Segundo Imperio Mexicano. 1 Peso de 1866 con el busto del “Emperador Maximiliano”.

Otros elementos son dos animales mitológicos que rodean el óvalo. Se trata de dos glifos (combinación de águila y león), que pudieran posarse en el escudo al ser la combinación del águila mexicana y el león del escudo de armas de la casa de los Habsburgo, pero eso solo es una suposición. También atraviesa el escudo una espada y un cetro. El cetro está rematado por una piña, que (según los estudiosos) es un símbolo que caracterizaba a América (por ser una fruta exótica). Cabe destacar la corona, con elementos como un águila en su centro y una piña con una flor de lis en la parte superior.

Esta época se caracteriza por el debilitamiento del ejército francés que apoyaba a Maximiliano de Habsburgo. Y es que Napoleón III, el último emperador de los franceses, tenía problemas en su tierra natal, así como en otros territorios conquistados. Por ello, retiro a una gran parte de su ejército, la necesaria para que la gente de Benito Juárez (el entonces aclamado general Porfirio Díaz y Mariano Escobedo) hicieran importantes avances en la Ciudad de México y Querétaro. Un año después, ya en 1867, Maximiliano murió fusilado en el cerro de las campanas, o eso cuentan las leyendas. Pero las monedas y sus escudos se quedan como testimonios de las proezas políticas y la identidad nacional pensada en ese momento.

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Bibliografía

Calleja, L. (2022). El primer busto oficial de Fernando VII en los 8 reales. Blog Numismático. https://blognumismatico.com/2022/04/06/busto-oficial-fernando-vii-8-reales/

3 Museos. (s.f.). Escudo de Maximiliano de Habsburgo. 3 Museos. https://www.3museos.com/?pieza=escudo-de-maximiliano-de-habsburgo


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