Edificios emblemáticos de los billetes y monedas

  • Los edificios son una parte importante que conforma a los billetes y monedas de México, en ellos no solo se descubre nuestra historia como nación, sino que forman un retrato de la identidad de cada uno de los mexicanos, proyectada hacia nosotros mismos y hacia el mundo.
  • En muchas de estas representaciones, conmemoramos hechos históricos, pero también las hay como referencia a un lugar importante y como conmemoración de un pasado ya destruido (como es el caso de las ruinas prehispánicas).
  • Repasemos el mundo de los edificios emblemáticos presentes en los billetes y monedas…

En las representaciones de las monedas se suelen encontrar varios elementos que son culturalmente importantes en un país. Uno de ellos, por demás bonito, son los edificios históricos de México. No solo los recorremos por fuera y por dentro, les hacemos fotografías, los tenemos como postales y fondo de pantalla, pero también los guardamos en los bolsillos.

México. Billetes de 5 Pesos de 1943.

Las monedas muestran la gran habilidad de los grabadores para plasmar con lujo de detalle el edificio en todo su esplendor. Podemos sentir los surcos de la fachada, sus relieves, cúpulas, laderas y columnas. Los billetes dan testimonio del fino arte del dibujo, representando tal y como una foto los lugares emblemáticos. Algunos en el fondo y otros como los personajes centrales del billete iluminan nuestro dinero e imaginación. Adentrémonos en este mundo para conocer los edificios emblemáticos plasmados en metal y papel.

Columnas de Hércules

Quizá es un poco extraño comenzar por un edificio del otro lado del mundo y que ni siquiera es un edificio, sino un monumento. Sea como fuere, este monumento tiene una gran historia mitológica y un largo historial en la numismática mexicana. Me refiero a las monedas coloniales, específicamente a los columnarios. Como su nombre lo indica, tienen en el anverso dos columnas y, dentro de las columnas, un mapamundi rematado por la corona española. Las columnas cuentan con un listón que las envuelve y tiene la frase “Plus Ultra” que significa “más allá”. Debajo, como es común, se encuentra el mar, representado por varias líneas onduladas.

México. Moneda “Columnario” de 8 Reales de 1737.

Ahora, las columnas y el lema “Plus Ultra” designaban a los territorios de ultramar que España había colonizado (tanto en América, como en Asia). Y es que era un monumento que de antaño designaba el límite del mundo conocido por los europeos hacia el occidente (justo después del estrecho de Gibraltar). Se dice que el lema completo era Non terrae plus ultra (no existe tierra más allá) y el cambio a Plus Ultra se debe a las expediciones que alentaban a marineros y empresarios a ir “más allá” del mar hasta encontrar tierra.

El monumento, es decir, las columnas, fueron colocadas por Hércules al terminar el décimo de sus doce trabajos (trabajos mandados por los dioses para liberarse de su esclavitud). Se relata que Hércules fue mandado a los confines del mundo para derrotar a dos bestias descomunales. Para encontrar las islas, Hércules llevó la copa de Helios y ahí, cerca de la isla de Eritea, puso las columnas para indicar el acabose del mundo conocido.

El legado prehispánico

El aprecio por las culturas prehispánicas no es para nada nuevo. Desde hace más de un siglo se presenta como un orgulloso símbolo de la identidad nacional. Un ejemplo son los centavos emitidos en la década de los 40 en México. En especial, los 20 centavos (que fueron desmonetizados hasta los años 90) tuvieron como principal representación a la Pirámide del Sol, de Teotihuacán. Su diseño es, a mi particular gusto, uno de los más bellos con los que han contado los centavos mexicanos. Se aprecia no solo los volcanes a la lejanía, también los cactus y nopales frente a la pirámide. Y a pesar de todo, es una moneda que honra la tradición numismática, al incluir el gorro frigo junto con el resplandor que le rodea (elemento presente desde 1823, con la primera república mexicana).

México. Moneda de 20 Centavos de 1969.

Hay varios datos curiosos de la pirámide y, en general, de la zona arqueológica de Teotihuacán.  Uno de ellos es que se desconoce el origen de los habitantes de Teotihuacán y también la razón por la que abandonaron su ciudad, que fue descubierta por los mexicas tras 600 años de estar vacía. De hecho, los mexicas fueron quienes bautizaron el sitio como “lugar donde los hombres se convierten en dioses”, “ciudad de los dioses” o Teotihuacán. Por otro lado, se dice que fue una de las ciudades más grandes del “hemisferio occidental”, teniendo 150,000 habitantes. Resta decir que la Pirámide del Sol tiene una altura de 63 metros, una base tan grande como la de la gran pirámide de Guiza (224 metros) y se estima que la construcción se dedicó al dios Tlaloc.

México. Billete de 50 Pesos del 2022.

Otro de los edificios emblemáticos representados en billetes y monedas es la ciudad México-Tenochtitlán. Actualmente, se puede observar en el billete de 50 pesos (el morado con el ajolote), detrás del águila. Ahí se encuentra el templo mayor visto desde lo que sería calzada de Tlalpan. El templo mayor fue el símbolo de la red tributaria de los mexicas, donde se reunían ofrendas e impuestos. Un dato curioso es que la pirámide fue construida en varias etapas, cada una haciendo más grande la pirámide, como un envoltorio que, con cada nueva capa, va creciendo. Así, la construcción llego a alcanzar 45 metros de altura. Finalmente, contaba con dos adoratorios en la parte superior, uno para Tlaloc (lluvia) y otro para Huitzilopochtli (guerra), lo cual también compaginaba con su visión dualista del universo.

Billetes locales

Los billetes locales tuvieron auge durante la Revolución. Fueron, al lado de los bilimbiques, la manera en como continuar con la economía después de que hubiera escasez de moneda. La escasez de pecunia se debió a la inaccesibilidad de las minas y casas de moneda por la guerra. Con ello, comercios locales emitieron vales monetarios vigentes solo en el mismo territorio y en cuanto rigiera la misma autoridad.

Estado de México. Billete de 1 Peso de la Hacienda San Miguel Solís.

Otra clase de billetes locales proviene del porfiriato, con las tiendas de raya. En ellas, se pagaba a los trabajadores con dinero emitido por la misma empresa (y que no era de curso legal) con el fin de solo poder ser gastado ahí. Inclusive los trabajadores terminaban endeudándose con la empresa de por vida y heredando la deuda a sus hijos (un tipo bien documentado de esclavitud en México). Podemos ver en el ejemplo de la Hacienda de San Miguel Solís y Anexas los billetes de las tiendas de raya, los cuales contenían ilustraciones relativas a las labores dentro de la hacienda, pero también una ilustración finamente hecha del lugar.

Monedas conmemorativas

Queremos terminar con las monedas conmemorativas, los que recuerdan un gran suceso en la historia de México y que, muchas veces, contienen representaciones de sus lugares. En dos ejemplos siguientes se observa el 75 aniversario de la revolución y el cuarto centenario de las apariciones de la virgen.

México. Medalla Conmemorativa de los 75 años de la Revolución Mexicana (1985). Plata 0.925.

En el primer caso, se observa el monumento a la revolución en lo alto. Frente a él, los perfiles de Villa, Carranza, Madero y Zapata (si vamos de derecha a izquierda). La curiosidad es que el monumento a la revolución nunca tuvo buena suerte para poder concluirse. Iba a ser, en su momento, el palacio legislativo más grande el mundo (con 14,700 metros cuadrados). El primer infortunio ocurrió con el arquitecto. Después de revisar 50 proyectos, se determinó que Pietro Paollo Quaglia debería llevar a cabo la construcción del edificio. Sin embargo, muy poco tiempo después (sin poder comenzar siquiera con el proyecto) murió, en 1899. Oficialmente, el 23 de septiembre, el segundo arquitecto comenzó con la obra, colocando la primera piedra de la construcción. Pero, tras unos meses de falta de presupuesto y de inestabilidad (por el estallido de la revolución) dejaron el sitio abandonado por 20 años. Resta decir que ese 23 de septiembre, con la ceremonia de la primera piedra, se había enterrado una cápsula del tiempo con monedas (seguramente muy valiosas hoy en día), periódicos, fotografías y documentos de la época, la cual desapareció sin dejar rastro.

México. Medalla Conmemorativa a 400 años de la Aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac (1931).

En la última de las monedas se muestra la antigua Basílica de Guadalupe con tal lujo de detalle que se incluyen sus ventanales, relieves, muros laterales, adornos, cúpulas primarias y secundarias e incluso los árboles que la rodean. Sobre la Basílica, se posa la Virgen (con su típica representación, en la cual hay un ángel sosteniendo su vestido, debajo una nube y una luna y alrededor un halo de luz).  Un dato curioso es que la Basílica de Guadalupe recibe aproximadamente a 20 millones de personas al año (un número exorbitante que demuestra la devoción de los mexicanos). De esos 20 millones, alrededor de 7 se juntan el 12 de diciembre para celebrar a la matrona de México. También, día a día se realizan alrededor de 30 misas, muchas de la cuales son de eventos como bautismos (de hecho, se cuenta que todos los días hay bautismos en aquel lugar). Finalmente, mencionar el origen prehispánico del lugar, sitio donde se realizaban adoraciones a Tonantzin, diosa madre de todo.


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