¿Cómo comenzar a coleccionar numismática?

  • Una colección lleva tiempo y esfuerzo. Sin embargo, los frutos del trabajo dan la satisfacción de completar una pasión; en este caso, la pasión por la numismática.
  • A veces, es difícil comenzar a comprar piezas, pues hay tantas decisiones y piezas.
  • Por ello, planteamos ocho tips prácticos que todo coleccionista novato necesita saber, entre ellos: definir tus intereses, elaborar un presupuesto y bitácora, amplía los lugares y eventos a los que asistes y conservar adecuadamente.

Crear una colección numismática lleva tiempo y esfuerzo, pues detrás hay una ardua labor de aprendizaje, paciencia, relaciones con las personas del medio y crecimiento personal, por poner algunos casos. Sin embargo, el fruto del esfuerzo siempre vale la pena, y más cuando se trata de explorar una pasión propia. Además, la numismática es un mundo tan grande y rico que uno nunca termina de abarcarlo todo. Siempre hay nuevas piezas e historias por investigar, también, nuevas monedas y billetes traídos de las lejanías y que por sí mismos encierran un universo completo de cultura y tradición. Así, el coleccionismo se vuelve no solo una actividad interesante, sobre todo enriquecedora.

Ya en otro post habíamos hablado acerca de las monedas como objetos dignos de coleccionar, la diferencia entre coleccionista y acumulador, algunas recomendaciones a la hora de mantener una colección y los mitos que rodean esta actividad. Ahora, intentaremos proporcionar algunos conejos para los iniciados en el coleccionismo, sobre todo consejos prácticos. A través de 8 recomendaciones plantearemos desde los primeros pasos antes de realizar una compra hasta el momento en que hay que mantener la colección bien conservada y ordenada. Cabe decir que estos son puros consejos, pues en realidad de lo que se trata es de explorar un hobby, gusto o una pasión más profesionalizada. En otras palabras, de disfrutar lo que haces.

I. Define tus intereses

El primer paso siempre es explorar tus intereses. Pregunta: ¿qué se te haría interesante explorar del mundo de la numismática?, ¿cuáles monedas, billetes o medallas son las que más te interesan?, ¿qué quieres descubrir?, ¿a qué región o época te quieres limitar? En este punto es importante saber tus motivaciones, finalidades e intereses. Esto es lo que conformará tu colección y la distinguirá de las demás.

Mexico – 1/2 Real (1665 – 1700).

Otra cosa importante es que delimites muy bien los temas, épocas, regiones y tipos de piezas, pues descubrirás que se venden infinidad de productos en el mercado numismático y, como dice el dicho, el que mucho abarca, poco aprieta. Así que entra de lleno a un tema específico, ello le dará unidad a tu colección. Además, será más fácil la siguiente compra, pues ya tendrás trazado un hilo narrativo, y así la siguiente pieza deberá llenar los vacíos que le quedan al relato que intentas construir.

II. Aprende y documenta tus hallazgos

Sobre tus intereses ya bien delimitados, el siguiente paso es la investigación y documentación. En relación con la numismática, siempre será importante leer los catálogos y estudios clásicos (se consiguen, muchas veces, en línea o en las bibliotecas públicas). Otra manera de investigar es acercándote a los museos donde se exhiben piezas numismáticas, asistiendo a conferencias, convenciones y con información publicada en línea.

Es muy útil ir registrando y guardando documentos que te resulten útiles. Más allá del aprendizaje, una buena investigación te permite 1) crecer tu colección, 2) valorar mejor las ventas y compras que realizas y 3) clasificar y conservar tus piezas. Los coleccionistas, por algo será, insisten mucho en dedicarle un buen tiempo a empaparte del mundo de la numismática (y en general de cualquier tema que te interese coleccionar). Recuerda, entre más informado, mejor desempeñarás tu papel.

México – 1 Peso (1915).

III. Prepara un presupuesto

Llevar a cabo una colección no implica despilfarrar grandes cantidades de dinero. Se trata de sustentar tu pasión por un largo tiempo. Para ello, es necesaria la planificación y ello quiere decir, elaborar un presupuesto. Este se debe adaptar a tus necesidades. Además, debe elaborarse anualmente con el fin de tener todas las cuentas bien claras: desde cuanto estás dispuesto a gastar mes con mes en el año y cuanto gastaste. Recuerda que el presupuesto te va a permitir elegir tus batallas e ir por las piezas que te acomoden. De esta forma, también te será más sencillo decidir cuáles piezas adquirir.

IV. Y también una bitácora…

Una bitácora es un instrumento vital. Ten a la mano un cuaderno o agenda en la que puedas recabar datos como la pieza comprada, el monto, grado de conservación, vendedores y toda la documentación relacionada. Esto te permitirá varias cosas: tener un control sobre la adquisición de piezas, ver cuáles monedas, billetes o medallas se tienen que restaurar o cuidar mejor, cuál puede ser un precio de venta (en un dado caso), qué vendedores tienen piezas similares y hasta conocer la historia de la pieza para iniciar la investigación y aprendizaje de la pieza adquirida.

V. Amplía los lugares en los que compras y ves numismática

Las convenciones y exposiciones pueden ser grandes sitios para comprar y vender piezas de numismática. Sin embargo, se recomienda explorar diferentes modos de adquisición. Muchas veces puede sorprenderte la variedad, cambio en los precios y hasta los diferentes servicios que te pueden ofrecer. Entre las opciones están las tiendas físicas, las páginas en línea o los bazares. Sin embargo, no venimos a proponerte una opción, sino decirte que construyas relaciones de confianza con los vendedores, que te sientas cómodo y seguro a la hora de realizar o vender una pieza.

México – Medalla Conmemorativa (1993).

Asimismo, siempre es enriquecedor asistir a los eventos numismáticos, como conferencias, talleres y reuniones. Estas aportan relaciones de confianza, consejos y hasta espacios donde se comparten dudas y experiencias. Así, si apenas comienzas en el mundo del coleccionismo o la numismática, esto puede aportarte grandes aprendizajes.

VI. Conserva y resguarda correctamente las piezas

Al adquirir una moneda, verás que hay diferentes estados de conservación. Estos se identifican fácilmente, pregúntate ¿la moneda está rallada, oxidada, tiene algún defecto, está sucia? Esto te permitirá saber qué hacer con la moneda: si dejarla intacta y colocarla en un estuche especial o si platicar con algún experto para devolver la moneda a la vida. La recomendación es que no intentes realizar algún trabajo de limpieza o restauración por tu cuenta, pues incluso el agua y el jabón pueden empeorar la situación de una moneda. Se recomienda, eso sí, quitar el exceso de polvo con un trapo seco. También, el consejo es investigar arduamente (en sitios confiables y con expertos) cuáles son las medidas que se pueden tomar para tu caso particular. A veces solo el agua basta, pero otras se necesita materiales especializados. Finalmente, insistir en que inviertas instrumentos que te ayuden a resguardar las piezas numismáticas y protegerlas de la mejor manera, como cápsulas, álbumes, micas, etc.

VII. Crece

Este último tip se refiere a la evaluación de tu colección después de un tiempo. Hay dos respuestas posibles: estamos contentos con la colección y, por ello, es necesario ir por otros proyectos o perfeccionar la colección (mejorando las monedas, restaurando las que tenemos o detallando la investigación); otra respuesta es que la colección necesita seguirse ampliando y, por lo tanto, hay que revisar tus intereses iniciales, finalidades, presupuesto y la bitácora. Con ello, siempre estaremos dando los pasos correctos, evitando tropiezos y errores.

Recuerda que el blog de Cenumex está abierto a preguntas y sugerencias. El blog es un espacio para la comunidad numismática. Así que, si te surge alguna duda, una aclaración o un comentario, no dudes en contactarnos.


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