1914 en tu bolsillo… Una moneda en la historia

  • Te has preguntado, ¿qué historía cuentan las monedas de la Revolución?, ¿qué manos pudieron haberlas tenido?, y, ¿qué pudieron haber comprado?
  • Con una moneda de 1 peso y otra de cincuenta centavos, la lista puede incluir una ida al teatro, una bufanda y medio kilo de carne. Nada mal para estas monedas que hoy no alcanzan ni para un chicle.
  • Sin embargo, el uso de monedas era diferente y las monedas de las que hablaremos solo valían en la Ciudad de México, pues en sitios dominados por los ejércitos de Villa o Zapata, se utilizaron diferentes monedas.

I. Dos monedas en la historia

Uno sueña en que la moneda histórica, que posee o ve, haya sido agarrada por los icónicos personajes del antaño. Cuando las vemos, también vemos la mano de Carranza, los hermanos Flores Magón, Villa o Francisco Madero sacándolas de su bolsillo. Los dientes de los desconfiados de la supuesta “plata” de la moneda o los toscamente labrados escudos nacionales. 

Estas marcas del paso entre manos, del desgaste, de la sacudida dentro del bolsillo le crean una huella histórica que se ha perdido, pero que vale la pena reconstruir. Y una de estas intrigas tiene que ver con: ¿qué pudieron haber comprado estas monedas en su tiempo?, ¿qué rutas en el comercio siguieron? Aquí, trataremos nuestro bolsillo como si solo tuviésemos dos monedas acuñadas en la Casa de Moneda de México, la oficial. Se tratan de 5 centavos de 1914 y un peso de plata de 1913.

En 1914, se lee en un periódico que en la compañía de Luz y Fuerza se pagaba un peso al día por una jornada de nueve horas. Un salario básico que permitía hasta eso ciertas comodidades. Con el peso de plata se podía ver una corrida de toros, a solo 80 centavos (claro, sin mucho lujo y en el sol). Un periódico del mes de enero anuncia la venta de bufandas de lana y algodón por tan solo 75 centavos de peso. Y, para pasar un invierno sin frío, la gente compraba camisetas afelpadas por 1 peso con 50 centavos: tan solo nuestra moneda y media de plata recién adquirida. 

Para el disfrute los fines de semana, una ida a los teatros de moda (como el Teatro el Alcázar, Colón o Ideal) variaba entre los 2 pesos, 50 centavos y hasta los 5 centavos. Probablemente con nuestro peso debería alcanzar para un lugar más que bueno. Y por si no lo creía, en la época revolucionaria también se vendía la leche de almendras, esa tan recurrida en los supers orgánicos de hoy. Por tan solo 50 centavos, se conseguían 100 gramos de esta leche (a mi parecer un poco cara). Ya hablando de cosas básicas para el día a día, medio kilo de carne podía costar 80 centavos, pero no puro pellejo, sino maciza. 

Solo para no dejar la variedad de cosas por comprar, se anuncia un rollo de papel tapiz, para aquello de la elegancia, por 70 centavos. Y también por aquello de la salud, un agua de colonia (supuestamente, para aliviar enfermedades de la piel y reforzar el cuero cabelludo), lo cual costaba apenas 1 peso 50. Manteniéndonos en la salud, una extracción dental sin dolor -se enorgullecen- alcanzaba con tan solo un peso; solo los mejores profesionales de la calle Tacuba 62. Asimismo, un profesional, como el respetado Dr. Hermann Graf, hace gala de haber estudiado en la Universidad de Berlín y ha llegado a la Ciudad de México para ponerle remido a las borracheras y el vicio del alcohol por tan solo 1 peso por consulta. 

Y solo para no pasarlo por alto, un periódico, como el que consultamos, costaba apenas costaba 5 centavos.

II. 1914, una empapada de historia

Otro periódico del 17 de septiembre de ese año, comprado con cinco centavos, celebra el desfile militar que preside Venustiano Carranza para conmemorar la Independencia, mientras que el puerto de Veracruz es desocupado por los militares estadounidenses que lo retenían desde abril. Italia, ese mismo día, anuncia que deja su neutralidad para unirse a los aliados y Japón se enfrenta en tierra contra los alemanes. Son tiempos convulsos. México se dividía en facciones lideradas por los caudillos de la revolución. En el norte Villa, en el sur Zapata y en el centro la voz “oficial” (cuyos portadores eran Venustiano Carranza y los constitucionalistas). 

III. Mismo país, deferentes monedas

Eran tiempos de guerra y, claro, el uso de las monedas era diferente a como acostumbramos hoy, una época de relativa paz. Sabemos que en nuestro país la moneda sirve en todos los lugares que acepten dinero. Pero, y si un ejército se opone al gobierno, domina una ciudad entera y no tiene forma de disponer de dinero extra, ¿qué hace? Bueno, eventualmente crea su propio dinero. Así, las facciones revolucionarias no ocupaban la misma moneda. 

Más bien, se utilizaba la moneda oficial en las zonas dominadas por los constitucionalistas, las cuales eran emisiones de la Casa de Moneda de México (como las monedas de las que hablamos). Mientras tanto, Villa realizó una emisión de monedas, así como Zapata. Algunas eran solo propias de Guerrero, Chihuahua, Aguascalientes, Sinaloa, Estado de México u Oaxaca (en Oaxaca no por la influencia de Zapata, sino por un raro momento histórico en el que fueron un Estado Soberano). 

Estas monedas saben a revolución por sus imperfecciones y fragilidad con la que fueron creadas, lejos de los sitios oficiales y, cabe decir, legales. Por lo tanto, los artículos y curiosidades que acabamos de comprar con nuestras monedas solamente se podían hacer en la Ciudad de México y vaya a saber en qué otras ciudades de la República. Claro, todo esto depende del año y hasta del mes del que hablemos. 

Bibliografía:

Gaytán, C. (1971). La Revolución Mexicana y sus monedas. Editorial Diana.

Pradeau Avilés, A. F. (1958). Historia numismática de México: de 1823 a 1950 (L. Arellano Schetelig, Trad.). Edición de la Sociedad Numismática de México.

Ulloa, B., & González, L. (1983). Historia de la Revolución Mexicana, período 1914-1917: La Constitución de 1917. El Colegio de México. https://muse.jhu.edu/book/74622

Periódicos consultados:

El Demócrata. Periódico Constitucionalista. (17 de septiembre de 1914). https://hndm.iib.unam.mx/consulta/publicacion/visualizar/558075be7d1e63c9fea1a1fd 

El Monitor, Diario de la Mañana. (consultados los periódicos del 14, 21, 27 y 28 de diciembre de 1914, así como del 5, 9 y 23 de enero de 1915). https://hemerotecadigital.uanl.mx/collections/show/58 

El Gabinete de Curiosidades es la nueva sección del blog de Cenumex. Una vez al mes se subirá un artículo que explora el entorno que rodea a una moneda: los acontecimientos que ocurrieron en la época, los personajes históricos que pudieron haberlas tenido, las cosas que pudieron haber comprado, entre otras curiosidades y datos interesantes. Cada dos semanas el equipo de Cenumex irá publicando nuevo contenido en las secciones Gabinete de Curiosidades y Numismática. Te invitamos a que, si te gustó este artículo, sigas todas las novedades del blog.

Deja un comentario
Cenumex
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.